El espíritu que llevó a Sobrino a hacerse un sitio en el Deportivo Alavés

Para Rubén Sobrino la visita a Mendizorroza de este viernes va a ser muy especial. Será la primera vez que el delantero vuelva a la que fue su casa durante dos temporadas y media, un periodo en el que debutó en Primera División, además de participar en su primera final de Copa del Rey. Ahora, como rival, buscará la victoria con el Valencia CF en escenario que le trae grandes recuerdos, como ha reconocido en VCF MEDIA.

“El Deportivo Alavés es el club que me dio la oportunidad de jugar en Primera División, allí jugué muchos partidos y viví experiencias muy bonitas como la final de Copa, además de tener un aprecio especial por los compañeros”, recuerda Sobrino, que nunca olvidará la fecha del 16 de octubre de 2016, día que lleva tatuado en su piel tras debutar en la élite frente al Málaga CF (1-1). Su espíritu de lucha y de superación, una virtud que le caracteriza y que le lleva a competir al máximo juegue un minuto, treinta, sesenta o noventa, estuvo presente desde el primer día: “Llevaba un par de semanas arrastrando molestias en la zona del pubis, pero me tomé varias pastillas por el dolor porque quería jugar, quería debutar en Primera y es algo que no voy a olvidar”.

Sobrino demostraba desde su primer día en la élite que nunca se rinde. Tras llegar cedido del Manchester City, sus inicios no fueron fáciles. Hacerse un sito entre gente más experimentada era su reto y no desistió hasta conseguirlo. Le plantearon incluso la opción de buscar otro club en la ventana de fichajes de invierno de 2017, pero se quedó porque creía en sus posibilidades. “En la medida que iba superando rondas en Copa sabía que me podía llegar la oportunidad”, afirma Sobrino, que considera clave el partido de LaLiga jugado frente al Sporting: “Era mi primera titularidad en Primera y marqué gol, a partir de ahí fui jugando más minutos y al final de temporada me ficharon porque logré superar esa situación. Fue un gran paso para mí”.  

El delantero aprendió muchísimo, se hizo jugador de Primera en una etapa profesional clave en su carrera y que le valió para estar actualmente “en un club que juega la Champions y luchando por objetivos más ambiciosos, a todos nos gusta dar ese salto”. Entre las experiencias más bonitas vividas en Mendizorroza, Sobrino destaca el partido de vuelta de la semifinal de Copa contra el RC Celta, cuando el conjunto de Vitoria, en una de sus temporadas más destacadas en los últimos años, lograba clasificarse para disputar la final: “Se vivió una fiesta en todo el estadio, es una de las mejores aficiones que hay en esta liga, fue un momento muy chulo e inolvidable”.

Entre las camisetas que conserva con un recuerdo especial están las de todas las temporadas que estuvo en el conjunto babazorro, destacando precisamente “la de la final de Copa, junto con la medalla. Para el Alavés era un logro estar en la final de Copa y le plantamos cara al FC Barcelona en el que Messi, Neymar y Luis Suárez estaban imparables”. Este viernes Sobrino se reencontrará con sus excompañeros, con los que sigue manteniendo vínculo hoy en día. “Era un grupo muy bueno y familiar, por suerte guardo bastantes amistades y sigo manteniendo relación con Pacheco, Manu García, Laguardia, Tomás Pina, Burgui, que ya no está…”, comenta. Durante 90 minutos no habrá amigos, el Valencia CF necesita la victoria: “Estamos trabajando para lograr el triunfo, fuera de casa tenemos que mejorar muchos aspectos, pero el equipo se está preparando bien para ganar y mejorar tanto los números fuera de casa como el juego”.